Me sorprendió ver a Raúl García como redactor en un informativo de Antena 3. Raúl García, casi nada, pata negra del equipo de Comando actualidad que está celebrando sus primeros diez años de existencia, y en unos momentos en los que había sido logrado ser director del programa: el "jefe" cómplice. Lo confieso, me cuesta asimilar estos cambios. En esto soy muy tradicional. Y todavía sigo creyendo en la fidelidad a las cadenas, a los proyectos, a los compañeros. Sus motivos tendrá Raúl para haberse ido con la música a otra parte, por supuesto.

Pero me cuesta asimilarlos. Y es que le tengo un especial cariño a quienes hacen Comando actualidad. Porque son casi de la familia: Sara Lozano, Mila Payo, Mario Montero, Teresa Perales, Mónica Hernández,Juan Carlos Cuevas, Ricard Sabaté, Federico Cardelús, Julia Varela y la todopoderosa Silvia Sánchez. Desde que les maltratan en la emisión todavía les quiero más. Ya se sabe. Siempre he sentido simpatía por el débil.

Y de un tiempo a esta parte los de Comando actualidad (producido en Madrid) comparten con Repor (en Barcelona) la displicencia absoluta de los programadores, ofreciéndolos en horarios imposibles. No hay Comando actualidad malo. El tema te podrá interesar más o menos, pero a través de la mirada amable y cómplice de cada uno de los reporteros no queda otra que permanecer junto a ellos hasta el final de la entrega. Por eso, desde fuera, no comprenda cómo es posible que Raúl García haya decidido abandonar esta piña, en la que se adivina tantísima energía positiva. Por supuesto que los cambios son buenos. Pero cuando uno está implicado en proyectos tan gratos con gente tan sana éstos pueden esperar. Él sabrá por qué lo ha hecho. Yo no me acostumbro a su ausencia.