En los tiempos de crisis que vivimos, las opciones de ocio sin duda estan limitadas por la tremenda situación económica; quizás esto sea una de las causas por las que hacer reír es una de las formas mas recurrentes para intentar que la gente salga de casa. Los programas de chistes han vuelto a la tele y los formatos cómicos copan las parrillas, con la única intención de que el espectador se olvide por un rato de sus problemas y sacarle una carcajada.

Paramount Comedy y El Club de la Comedia son algunos de los programas que han explotado el filón de una forma de reír inteligente, innovadora e irónica. La cercanía con el público, la manera de contar las historias, de buscar el chascarrillo en lo cotidiano? Lo cierto es que monólogo se ha convertido en los últimos años en la gallina de los huevos de oro para el mundo del humor.

Y Málaga ha aportado su granito de arena. Uno de los grandes monologuistas del momento tiene acento malagueño y ése es Dani Rovira: su humor copa la pequeña pantalla y los teatros de media España. Está claro, en Málaga se hace reír, hay talento, magia, chispa y muchas ganas de cachondeo. Los culpables de este éxito, esos grandes artistas malaguitas que con sus actuaciones se han metido al público en el bolsillo.

Tomás García

Un cómico de altura que lleva a Málaga por bandera

Sólo hay que ir a algunas de las actuaciones de Tomás para ver el alcance de su éxito. Este malagueño de veinticinco años es uno de los cómicos más pujantes de nuestro país; tras su paso por programas como Paramount Comedy o el Club de la Comedia, mucho se ha escuchado de él. Y lo que queda.

«La tele te ayuda a llenar un teatro. Pero el aplauso sincero y cercano de tu público no lo cambio por ningún aplauso», afirma García. Tomás juega en sus monólogos con los temas de actualidad, un poco de interpretación y pases muy originales. Su baile con el micro seguido de la imitación de algún personaje son unas de sus señas de identidad y preludio seguro de una carcajada.

Su entrada al mundo del monólogo para este periodista llegó sin esperarla: «Comencé presentándome a concursos de monólogos que jamás pensé que llegasen a ser los cimientos de mi carrera humorística. No puedo quejarme, y creo que lo que he conseguido ha sido gracias a mi originalidad y a la pasión por este trabajo», asegura Tomás.

Pero de estos hace ya unos años, ahora García recorre media España con su espectáculo, su monólogo con un gran acento malagueño que le ha llevado a lo más alto. «Vaya donde vaya siempre llevo un trocito de mi tierra conmigo. Presumo de ser boquerón y la gente fuera me conoce más por el de Málaga que por propio mi nombre», dice el humorista. Tomás García ha conseguido vivir del monólogo, y espera hacerlo durante mucho tiempo ya para él este formato no tiene fecha de caducidad: «El reír jamás va a acabar. Es la base de todo en el mundo». Eso sí, Tomás señala que no es todo de color de rosa y que, por ejemplo, hay mucho intrusismo y oportunista en este mundillo del humor. Aún así el seguirá haciendo lo que más le gusta, hacer feliz a la gente siempre a través de la sonrisa.