La temporada 4 de La casa de papel ha sido un éxito incontestable en Netflix. La serie creada por Álex Pina ha vuelto a arrasar con sus ocho nuevos capítulos que fueron devorados por millones de personas en todo el mundo de forma casi compulsiva. Un consumo adictivo, movido por las tremendas ansias de conocer el destino de el Profesor, Tokio, Denver, Lisboa y compañía que explica que muchos pasaran por alto un curioso error en una de las entregas finales.

((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))

El gazapo en cuestión tiene lugar en el séptimo capítulo de esta cuarta temporada titulado 'Tumbar la carpa'. En él, el Profesor lleva a cabo su ofensiva para acabar con la polcía tras el asesinato de Nairobi. Y el primero de los siete peldaños de su plan es "la verdad". ¿Y qué supone eso? Pues hacer pública la detención ilegal de Río y las terribles torturas a las que fue sometido en el desierto de Argelia.

Tras conseguir que su relato de las atrocidades que sufrió tras su detención se haga viral y se extienda como la pólvora entre la opinión pública y los gobiernos y medios extranjeros, las autoridades se ven obligadas a dar una explicación

Es este el momento en el que un viejo conocido de las dos primeras temporadas, el coronel del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) Luis Prieto, aparece en escena para comparecer ante los medios y ofrecer la versión oficial del Gobierno ante las informaciones sobre la detención ilegal de Río.

Prieto comparece en el Ministerio de Interior donde, según marca la propia serie con un letrero en rojo son en ese momento las 19:45 horas. Pero, y es este el error, cuando se presenta ante los medios de comunicación, el coronel arranca su intervención para desmentir categóricamente el relato del atracador con un: "Buenos días, mi nombre es Luis Prieto".

Una disonancia temporal que salta a la vista... pero que muchos fans pasaron por alto llevados por la trepidante sucesión de acontecimientos relatados en el penúltimo capítulo de la temporada.

Hay que recordar que será después, cuando el desmentido del Gobierno quede neutralizado por las pruebas conseguidas por Marsella en su viaje relámpago a Argelia, cuando las autoridades buscarán un 'chivo expiatorio' al que cargar con las torturas destapadas por el Profesor. Y esa no será otra que la Inspectora Sierra.