La bailaora Rocío Molina presenta su espectáculo ganador de 3 Premios Max

El flamenco que propone Rocío Molina en Caída del Cielo tiene algo de esencial, ahonda en sus raíces y al mismo tiempo, con libertad, lo enfrenta y colisiona con otras maneras de entender la escena y con otros lenguajes; consciente de que el flamenco es una expresión libre y de libertad, y que no puede ni debe ser domesticado.

Esta obra es un viaje, un descenso. Asistimos al recorrido de una mujer, guiada por su baile, que es intuición y materia, a través de luces y sombras, y con ella nos precipitamos en el silencio, la música y el ruido en territorios desconocidos. Ante nosotros: lo palpable y lo que existiendo se oculta normalmente ante nuestros ojos se materializan en el cuerpo de Rocío. Baila y establece una relación diferente con la tierra y tienes la sensación de que su baile nace entre sus ovarios y esa tierra que patea, y así su baile se convierte en la celebración de ser mujer.

Este descenso o caída es el viaje sin retorno de una mujer, pero Rocío no nos conduce ante la imagen invertida de El ángel caído, como le ocurrió a Dante en su Comedia, sino que nos lleva a un espacio de profunda libertad. En el viaje parece que se quiebra el alma y que nos sumergimos en un mar denso y opaco, un paisaje oscuro plagado de luciérnagas que en nuestra caída nos guían y elevan hacia paraísos oscuros y tinieblas de color en continuo movimiento.

En definitiva, esta obra es el viaje o descenso o tránsito de una mujer desde un cuerpo en equilibrio a un cuerpo que celebra ser mujer, inmerso en el sentido trágico de la fiesta.

La búsqueda artística de Rocío Molina ha sido reconocida con premios dentro y fuera de España – Premio Nacional de Danza (2010), Premio para la mejor bailarina contemporánea (2019) y premio especial (2016) de los Dance National British Awards, Premio Max 2019 (Mejor espectáculo de danza para Grito Pelao), 2017 (Mejor intérprete de danza ; Mejor coreografía para Caída del Cielo), y 2015 (mejor coreografía por Bosque Ardora)… – y con el aplauso unánime del público y la crítica, siendo descrita como "una bailarina superdotada e inteligente" en medios como El Mundo.